Él único amor consecuente, fiel, comprensivo, que todo perdona,
que nunca nos defrauda, y que nos acompaña hasta la muerte es el amor propio.
.- Oscar Wilde.-
«Ámate a ti mismo primero y todo lo demás vendrá a continuación.Realmente tienes que amarte a ti mismo, para conseguir algo en este mundo».- Lucille Ball.-
Amar no es llenar el vacío de mi soledad
«El canal del parto y el ataúd, son dos lugaresdiseñados para un solo cuerpo»
«Nos hicieron creer que “el gran amor” solo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja y la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta»
-.John Lennon.-
Esta falsa creencia solo genera frustración e insatisfacción, es un error pensar que solo podemos alcanzar la plenitud al encontrar a nuestra otra mitad, hacer depender toda nuestra felicidad de una relación de pareja es como depositar todos los huevos en la misma cesta, como se te caiga al suelo, adiós a la tortilla; pues eso mismo pasa con las relaciones de pareja, cuando se depositan todas las expectativas de felicidad en la otra persona, si esa persona «se rompe» se caen con ella todas nuestras posibilidades de ser felices. Las personas que son felices lo son con independencia de si tienen pareja o no. Todos somos personas completas, o naranjas completas, como quieras llamarlo, no somos una mitad de nada esperando encontrar a su otra mitad. Es más, el éxito de una relación está en que las dos personas sean completas, independiente y felices sin necesitarse mutuamente. Solo siendo personas con amor propio podremos tener una relación saludable. Sólo, cuando estés muy enamorado de ti, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien.
Vínculo entre autoestima y amor propio
Si no logras ver lo que vales, es posible que te juntes con quien tampoco pueda verlo. Es por eso que debes cuidar tu autoestima. Entiende tu autoestima, como un puzzle emocional en el que están presentes todas las piezas de tu vida. La autoestima está presente en todo lo que hacemos. Es el ingrediente mágico de todas las pócimas. Así, la manera en la que nos vemos, en la que montemos ese puzzle emocional de lo que somos va a condicionar las metas que elijamos o las personas a las que amamos.
Puedo enumerar una serie de hábitos que destruyen tu amor propio, como el descalificarte continuamente, dar crédito absoluto a lo que otros dicen, victimizarte, exigirte más de la cuenta… Cambia estos hábitos tóxicos que de nada te sirven por otros hábitos que cuidan de tu autoestima: Respétate a ti mismo. Acéptate. No busques la aprobación ajena.
«Todo tipo de amor que se descuida puede caer en la infidelidad;
incluso el amor propio. Cuando no cuidas de ti terminas traicionándote»
Si no tienes una buena autoestima, si no tienes amor propio nada de lo que hagas será suficiente ni valorable. Tus éxitos no valdrán nada en comparación con los logros de los demás. Ser amigo de uno mismo es el primer paso hacia una buena autoestima. Amarse a uno mismo no es solamente el punto de partida para saber cuánto se debe amar a los demás «ama a tu prójimo como a ti mismo», sino que es un elemento clave que genera bienestar y calidad de vida. Amar es buscar el bien del otro y disfrutarlo, que su dolor nos duela y su alegría nos alegre, y con el amor propio ocurre algo similar: si no te perdonas, si te enfadas contigo mismo, si no te soportas y te menosprescias ¿Cómo te vas a enamorar de ti mismo? ¿Cómo se van a enamorar de ti?
Es necesario mirar siempre hacia adelante, si corremos detrás de lo que fuimos y no somos, nunca nos superaremos. Recuerda, que el amor propio se cultiva, se protege y se defiende siempre. Puede que te llamen egoísta por priorizarte, pero aprende a hacer oídos sordos de las palabras mal intencionadas.
«Y empecé a liberarme de todo lo que no era saludable:
situaciones, personas, gustos y cosas. Lo llamaron egoísmo,
yo lo llamé, amor propio».
.- Edwin Vergara.-
Mantener nuestra autoestima bien alta y mostrar cómo somos en verdad supone no agradar a todos, pero no vinimos a este mundo para agradar a todos, sino a agradar a una sola persona: a ti mismo (nota mental: vine para ser feliz no para cumplir expectativas ajenas). Ser auténtico y mantener nuestra autoestima alta es nuestro objetivo si queremos amar, y que nos amen de un modo saludable.
No puedo vivir sin mi
Aprende a decir “me quiero” antes que a decir “te quiero”. Fortalecerás tu amor. No olvides la importancia de fomentar tu propio crecimiento personal y emocional.
«Si el amor fuera un árbol, las raíces serían tu amor propio.Cuanto más te quieras, más frutas dará tu amor a los demás y más sostenible será en el tiempo»
Y prometo serme fiel, y respetarme, en la alegría y en la pena,
en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida
Hace poco leía esto, y caía en la cuenta de que no se puede amar a otro más de lo que uno se ama a sí mismo; por lo tanto es necesario aprender a amarse para poder ofrecer amor a los demás. Pero como te digo siempre, de todo lo que te he dicho hasta el momento, hoy, hazme caso sólo en una cosa y…
Enámorate de ti.
Nunca te enamores de mi sonrisa, de mis labios y de mis ganas de besarte. Nunca te enamores de mis sueños, de mis ambiciones, de mi pelo y de mi tarta de chocolate. Tampoco lo hagas de mis amigos, de mi adorable familia o de mi perro.
Nunca te enamores de mi forma de bailar, de mi piel y mi sabor a miel. Nunca te enamores de mis pésimos chistes, de la forma peculiar de atarme los cordones y de la insensatez de mis preguntas. No lo hagas de mi curiosidad ni de mis manías. Nunca te enamores de mis calcetines, esos que nunca van a juego. O de mi ropa interior. Cada una de un coser distinto.
Nunca te enamores de mi. Hazme caso.
Enamórate DE TI.
Enamórate de tu sonrisa, de tus labios y de tus ganas de besarme. Enamórate de tus sueños, de tus ambiciones, de tu pelo y de tu tarta de chocolate. Hazlo de tus amigos, de tu adorable familia o de tu perro.
Enamórate de tu forma de bailar, de tu piel y de tu sabor a miel. Enamórate de tus pésimos chistes, de la forma peculiar de atarte los cordones y de la insensatez de tus preguntas. Hazlo de tu curiosidad y de tus manías. Enamórate de tus calcetines, esos que nunca van a juego. O de tu ropa interior. Cada una de un coser distinto.
Y ya cuando te hayas enamorado de ti…entonces si quieres, hazlo de mí. Porque el amor no entiende de necesidades ni de medias naranjas. Tú eres una naranja entera, perfectamente completa. En todo caso … búscate una pera que te complemente.